martes, 11 de mayo de 2010

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Dormida en mí

Propia somnolencia,

Atrapada como una mariposa

Sin alas con ansias de libertad.

Deseo jugar entre la nieve caliente,

Entre el mar seco,


Entre tus ojos y tu cuerpo.

Llorando le ruego

Al viento que me lleve con él,

Ya no quiero ser la esclava de sus

Voces quebradas.

Abuso de la botella como

Si fuera mi única salida,

Porque mi alma está muda y mis

Ojos derrochan palabras

Ciegas, inconcientes

De felicidad.

Dormida en mi agonía

Lluviosa,

Arrastrada por sobre el agua,

Arrastro mi sombra en ausencia de mi

Cuerpo desolado.

Tengo el alma muda

Y la cara llena de risa,

Tengo los ojos sordos,

Y mis piernas estancadas.

Soy como la luna,

Que resplandece cuando nadie

Está despierto.

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