Dormida en mí
Propia somnolencia,
Atrapada como una mariposa
Sin alas con ansias de libertad.
Deseo jugar entre la nieve caliente,
Entre el mar seco,
Entre tus ojos y tu cuerpo.
Llorando le ruego
Al viento que me lleve con él,
Ya no quiero ser la esclava de sus
Voces quebradas.
Abuso de la botella como
Si fuera mi única salida,
Porque mi alma está muda y mis
Ojos derrochan palabras
Ciegas, inconcientes
De felicidad.
Dormida en mi agonía
Lluviosa,
Arrastrada por sobre el agua,
Arrastro mi sombra en ausencia de mi
Cuerpo desolado.
Tengo el alma muda
Y la cara llena de risa,
Tengo los ojos sordos,
Y mis piernas estancadas.
Soy como la luna,
Que resplandece cuando nadie
Está despierto.
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