miércoles, 5 de mayo de 2010

Los encontré en mis cuadernos


I

Te desapareces en mi

Conciente inconciencia

Y renaces del barro ensangrentado,

Rojo de pasión y negro

De dolor.

Como si de tu mirada

Cayeran serpientes, me enveneno

De ansias de poseerte.

Y ahora que ya no eres

Parte de mi sueño

Déjate caer como pájaro

Adormecido.

Que mi sombra errante

Envuelva tu silueta caminante

Hasta que nos volvamos

A encontrar, luego

De no habernos mirado ayer,

Luego de habernos

Ignorado por la eternidad

De nuestra juventud, tómame

Plena y bella

Antes de que se ponga el sol.

Toma mi mano y dibújate que te

Quiero cerca,

Toma mi piel y abrígate,

Que te quiero tener en mí,

Toma mis ojos y llora

Con ellos.

Tómame como el sol

Toma al cielo.

II

Del fuego de tu silueta

Se recoge mi sombra vagabunda

Cansada ya de seguir tu paso

De cenizas.

Del viento se

Alza mi mano y acaricia tu

Mejilla

Y de la traviesa noche

Renace mi cuerpo en reflejo

Del tuyo.

Yo no vivo por ti

Yo no lloro por ti,

Sólo estamos divirtiéndolos un rato

En esta noche eterna.

Del fuego de tu boca

Nace el fuego de mis manos.

Yo me ahogo en tus

Palabras,

Mientras que tú te ahogas

En mis silencios.

¿Cuándo te veré de nuevo?

III

Del humo de su boca

Se dibuja mi nombre y él lo quema

Para alejarme de su ser,

En su copa muerden mis labios y mis

Ojos se queman embriagados

En su veneno.

¿Juntemos el fuego de

Nuestros cuerpos?

Que venga y me embriague de su piel,

Que me ahogue dentro de su aliento.

Tómame joven y no esperes

A mis ojos sangrientos en milenios

Que nunca llegarán

Del humo de su boca

Se desdibuja mi silueta,

Ya no me quiere volver a ver.

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