18 de octubre del 2009.
Él es un lobo al acecho,
cubierto bajo el incandescente sol,
él es un suspiro momentáneo.
Tan caliente como el estio,
tan peligroso como el fuego
en mis manos.
ÉL es tan sensual que al verlo todo lo olvido,
él es el erotismo,
él es el fuego,
él es como un lobo.
Su cuerpo aún vaga
por las sombrías calles desoladas,
lo ilumina todo al andar,
va de boca en boca
hechizando a sus ninfas mendigas.
Yo quiero su cuerpo sobre el mio,
yo quiero ser su loba.
Él es peligroso como el mar en invierno.
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