miércoles, 27 de marzo de 2013

Ya no queda


El eco de tu silencio
Me ahogó en los sueños del
Delirio negro de tu llanto, aullado
En el espasmo lento de mi sonrisa.

Soy el rugido ardiente
De tu sangre,
La bala negra de tus
Rencores, el cigarro
Consumido de tus
Temores.

No, no me tomes más,
Ya no queda sonrisa que darte
Ya no quedan sueños por relatarte.
Aún hay odio en mis manos,
Aún hay vida en mis venganzas.

Mírame siempre que me vaya
Y mátame siempre que regrese,
No quiero tus viajes,
No importa lo que no tuvimos,
No quiero servirte de música dibujada
En la pared de tus muertos.

No me lamentes en silencio
Ya he olvidado el olor de tu carne,
El sabor de tus ojos,
La melodía de tus cabellos.

No, no me sueñes más
Ya no tengo pesadillas para ti.