Mirar por los huecos
De mis lágrimas tu
Cabellera prohibida,
Tus ojos inalcanzables,
Tu boca de hielo.
Mirar en los alrededores
Del salón al compañero
Que me obligó a
Morir, al compañero
Que hizo de mi ilusión
Una tumba de fuego y viento.
Escucho su susurro detrás
De mi espalda, lo escucho
Sin mirar detrás
De mis hombros, el
Susurro suicida de su desprecio.
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