lunes, 11 de agosto de 2014

Domingo de noviembre

Soy la que nació de
Tu desprecio, de tu
Silencio errante y
De las noches de borrachera.

Soy la que creaste entre
Espadas y cuchillos en mi
Espalda, la que nació de un
Grito atormentado,
Abandonada en mi eterno
Arrepentimiento.

Soy la que nació entre
Tus sábanas,
A la que abandonaste desnuda
De alma un domingo de
Noviembre.




Kilómetros

Esta desolada ausencia,
Esta presenta ausencia de no
Tenerte y sin embargo, seguir
Soñándote.

Tanto es el mar
Que nos separa,
Tantos son los idiomas
Que hemos inventado,
Tanta es mi fantasía  nocturna
Que el Atlántico se reduce
A unos centímetros y
Estamos frente a frente,
Sin continentes,
Sin banderas,
Sin tu ausencia.







Recuerdo

Déjame parar el llanto
Con caricias congeladas
De tu recuerdo.

Ver una y otra vez
Las fotografías enmarcadas
En mi memoria y
Volver a caminar por los
Suelos de fuego,
Por los senderos del verano.

Déjame gozar de esta fantasía una
Noche más, imaginarme
Entre tus brazos  en un
Desvelo más.

Arrancar tus ojos de mar
De las fotografías y llevarlos
A mi lado para siempre.
Déjame pasar la vida junto
A tu recuerdo.









miércoles, 26 de febrero de 2014

Soy la que todos han
Olvidado detrás de los
Espejos del placer,
La que bailó sólo una noche
Entre sus brazos dormidos,
La desolada ausencia de
Mi alma, soy la que
Ha destrozado sus sábanas
Con sonrisas fugitivas
Y miradas atormentadas.

Soy la que no ha podido escapar
De la soledad que traen las
Noches aventureras, la
Que no duerme un sábado por
La noche y la que desayuna
Los restos de un recuerdo,
Soy el silencio de sus
Caricias y el olvido
De sus mentes.

Aún me reflejo en
Las faldas rotas de
Mis noches fracasadas,
Aún le bailo a la luna
Con la ilusión de
Encontrar el amor
En medio de las copas
Y la música estridente.

Soy la ausencia dibujada en
Una sonrisa,
Soy el recuerdo
Sepultado bajo una botella de ron. 






martes, 28 de enero de 2014

Siempre nos quedará Mendoza

No olvides la cordillera
que embriagó la luna
para que mi alma se deslizara por
tu abismo,
no olvides mi desnudez
temblorosa y fugitiva en el
verano acorralado
por la sorpresa de mirarnos.

La montaña fue testigo
de la pasión desbordante
de tu sonrisa, cubierta de
soledades enternecidas por
tu encanto.

No olvides las noches
eternas, la oscuridad
de nuestro secreto encuentro
en las penumbras del hotel.
No olvides mis cabellos rosando
tu sonrisa y tu sonrisa rosando
mi placer,
el día cubierto de ansias y las
noches sin dormir,
la montaña y la luna
el silencio y el amanecer.

Y aunque ahora el
mar nos separe y la
tierra nos cierre las puertas
de este amor,
siempre nos quedará Mendoza.


Un recuerdo

Un fuego adolescente
me persigue, recordando
la ilusión de las
noches de los 17.

Un fuego abrumador de
la juventud perdida
ha vuelto a mirar mi
presente quebrado
en recuerdos asesinados
por la ausencia.

Y no dejé de amarte,
por más que los años
congelaran mi sonrisa,
por más que los años
hayan borrado tu mirada,
yo la sigo dibujando en mi memoria.

Naima

Había en sus
ojos un llanto acariciado
de cenizas,
unas manos quebradas
por las piedras de su pasado
oscuro.
Había en sus pasos
el temor ciego del regreso,
la nostalgia acorralada en
secretos de guerras y espadas.
Ella nació del temor
de un suspiro,
de un pedazo de cielo bombardeado.
Ella había escondido su
sonrisa detrás de sus manos.