Un fuego adolescente
me persigue, recordando
la ilusión de las
noches de los 17.
Un fuego abrumador de
la juventud perdida
ha vuelto a mirar mi
presente quebrado
en recuerdos asesinados
por la ausencia.
Y no dejé de amarte,
por más que los años
congelaran mi sonrisa,
por más que los años
hayan borrado tu mirada,
yo la sigo dibujando en mi memoria.
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