jueves, 8 de enero de 2015

Las noches

Mis manos se abrieron
Para recibir la llama
Ardiente del deseo
Dibujado en
Su sonrisa.

Estas piernas se abrieron
Con el gozo de cada
Tarde, se abrieron para
Recibir su carne que es sólo
Mía.

Y el mar se dibujaba
En sus labios ardientes
Absorbiendo cada parte de mi,
 Navegando por la oscuridad
De mis ganas.


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