La brisa que entró por
Mi ventana hizo cenizas mi
Copa roja.
En el suelo mi sangre
Derramada con sabor a vino
Mi cigarro se la bebió
Y mi sombra sangraba mientras
Las fotografías rompían mis manos
Y de ellas volvían aquellos
Personajes, aquellas
Escenas, aquella
Maldad personificada.
La lluvia se hizo fuego,
Mi cuerpo se hizo
Público,
La noche se hizo día
Y mis manos se derritieron.
En su boca rompieron mis
Sueños, y mis
Lágrimas se volvieron
Vino entre sus dientes
Y de mi deseo nacieron
Mis ganas de un olvido,
Con el filo de la copa acuchillé
su sombra.
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